miércoles, 7 de diciembre de 2011

Se llamaba Frank cuando lo conocí.

Frank nació un 20 de Octubre de 2003.
Como no podía ser de otra manera, el Jazz y el Soul se mezclaron en sus oídos estando aun en el vientre de su madre.
No hizo mucho ruido al nacer, era pequeño y moreno, de pelo negro por supuesto.
Creció y se hizo fuerte, incluso más fuerte que ella y eso le sirvió para sentirse seguro de si mismo.
Fueron momentos bonitos para Frank. Tumbado en su cama observaba a las estrellas y soñaba con poder volar algún día junto a Marte, Neptuno, Saturno, y todos esos planetas lejanos que tanto había estudiado en el colegio.
El pequeño Frank tenía secretos que se negaba a revelar rotundamente y una caja donde guardaba todas sus reliquias y trofeos ganados a base de esfuerzo y buen hacer.
Un día, su madre le hizo una canción que él siempre recordaría con afecto. La canción no tenia nombre pero él la llamaba "Canción de Octubre" porque su madre se la cantaba el día de su cumpleaños.
Frank también tenia un hermano, tres años menor que él.
Al poco tiempo de nacer, el hermano se convirtió en el centro de atención dejando a Frank en un segundo plano.
Es lógico, el pequeño siempre requiere más cariño y protección por parte de todos. 
Frank lo comprendió rapidamente y se dedicó a ser un buen hijo a medida que crecía, ayudándole a su madre a cuidar al pequeño de la casa, limpiando las habitaciones de vez en cuando o poniendo la mesa a la hora de comer.
Frank se convirtió en un chico tímido y callado, absorbido por el carácter de su hermano más pequeño, el cual comenzaba a imponer sus normas en la casa.
Al mismo tiempo, la madre de Frank, agobiada y cansada quizá por el descontrol familiar donde su hijo pequeño comenzaba a hacer lo que quería con ella, se refugió en la bebida y en las drogas, siendo una sombra de la madre que una vez fue para el pequeño primogénito.
Una y mil veces le prometía a su pequeño Frank que se recuperaría y volvería a jugar con él como en tantas otras ocasiones habian hecho en el pasado.
Pero todo aquello solo eran palabras.
Palabras que callaron para siempre aquel 23 de Junio de 2011.
Fue entonces cuando todo el mundo, familiares y no familiares, miraron a Frank y se preguntaron quien sería el que debería cuidarlo y criarlo a partir de ahora.
No se dieron cuenta de que Frank ya llevaba años cuidándose solo, luchando por si mismo ante el olvido.
Quizá nunca dio problemas, por ello nadie lo tuvo nunca en cuenta. Pero Frank estaba vivo, muy vivo, y eso fue lo que acabó dándole fuerzas cuando todo terminó para su madre.
Esa madre se llamaba Amy.
Amy Winehouse.







P.D: Ni su hermano Back to Black ni su hermanastro Lioness: Hidden Treasures tuvieron la frescura ni la pureza que tuvo Frank, por ello vi necesario dedicarle este espacio al único disco de Amy que tuvo la valentia de criarse solo. Los otros dos ya tuvieron hermanos en los que fijarse. 

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